Dulce Silva ya anunciaba su derrota, la presintió tal vez, cuando semanas atrás habló de la decepción que le había ocasionado Andrés Manuel López Obrador, en un audio que fue filtrado a los medios de comunicación y donde externaba que el presidente de México “no se ha portado bien”.
Audio que, dejó en claro que ella al igual que miles de mexicanos se encontraba desilusionada del trabajo y la actitud de López Obrador, mismo que fungió como testigo de su boda fifí, la cual fue criticada por muchos sectores de la población, por el lujo desmedido con la que se efectuó.
Para el 7 de diciembre, se curó en salud, Dulce Silva dio una entrevista al periodista Ciro Gómez Leyva donde reconoció que efectivamente había un alejamiento con su líder moral, y además arremetió contra la hoy candidata de Morena al gobierno del Estado, Lorena Cuéllar Cisneros.
La derrota estaba anunciada, luego vendría la fragmentación y las acusaciones.
Tras conocer el anuncio de que Lorena Cuéllar sería la candidata de Morena al gobierno de Tlaxcala, Dulce Silva en un comunicado dijo que ésta se dio por una negociación cupular, y dejó entre ver cómo actúa el presidente de México cuando quiere imponer su voluntad.
Sin embargo, lo más interesante del escrito se encuentra en el punto 4 donde lamenta la designación de Cuéllar Cisneros y la acusa de tres delitos: corrupción, desvío de recursos, y delitos de gravedad equiparable.
“A pesar de haberse comprobado y estar en curso las investigaciones por acciones de corrupción, desvío de recursos y delitos de gravedad equiparable, de parte de la persona que fue nominada por Morena para competir por la gubernatura de Tlaxcala”.
Habrá que ponerles más atención a esas líneas, y verificar e investigar si efectivamente Cuéllar Cisneros ha incurrido gravemente en la ley.
Lo cierto es que no sólo Dulce Silva no la lleva bien con Lorena Cuéllar, tampoco la Senadora Ana Lilia Rivera, la otra aspirante quien no hizo tanto alarde, pero fue clara en su posición respecto con la hoy abanderada de su partido.
La forma de operar de la neomorenista Lorena Cuéllar al interior de su ahora partido es a todas luces la enseñanza de sus maestros y guías que tuvo hace años, donde la traición, el perjurio y la deshonestidad, son parte de sus estrategias para conseguir el poder.
La ambición tiene un costo, y los golpes bajos igual, pues se sabe que Cuéllar Cisneros filtró el audio de la plática donde Dulce Silva habla de su decepción hacia López Obrador, aparte de organizarle una serie de publicaciones en su contra cuando sentía que la empresaria podía alcanzarla y ganarle.
Lo preocupante para Cuéllar Cisneros debería ser que no habrá unidad en Morena y por ende su candidatura será un rotundo fracaso. Si la vida nos ha enseñado algo es que lo que mal empieza termina en desastre. Ella misma propicio una “dulce división” en su partido.
Habrá que retomar y grabarnos las palabras que Dulce Silva le escribió a los simpatizantes de Morena en su comunicado y aplicarlas nuevamente pero ahora a todos los tlaxcaltecas: “Llamo la atención de todos los militantes en torno del riesgo que corremos al entregar nuestro destino en manos de personas obsesionadas con el ejercicio del poder público”.
La empresaria tiene razón, pues el mayor ejemplo de personas obsesionadas con el ejercicio del poder público lo tenemos con López Obrador, quien tras 12 años de estar obcecado por ser presidente lo consiguió, y los resultados están a la vista…en dos años de estar al frente del gobierno, en México sólo se respira inseguridad, violencia y muerte, ¿Queremos esto para Tlaxcala? Contacto: [email protected]